Bu’ul: el poder que sostiene la vida

En la milpa y en la historia de Mesoamérica, el frijol es fuerza, nutrición y resiliencia.
En la milpa, cada hermana tiene un papel esencial. El maíz se eleva hacia el cielo, la calabaza protege la tierra, y el frijol —Bu’ul, en lengua maya— enlaza, nutre y sostiene.
Más que una semilla, el frijol es una de las fuentes de proteína vegetal más importantes de Mesoamérica. Rico en aminoácidos, fibra y minerales, fortalece al cuerpo y regenera los suelos gracias a su capacidad de fijar nitrógeno, devolviendo fertilidad a la tierra.
Desde tiempos ancestrales, Bu’ul ha sido símbolo de un poder silencioso y resiliente. En la cosmovisión mesoamericana representa la fuerza que no domina, sino que se teje con paciencia; como sus tallos que abrazan al maíz para sostenerlo. Su danza de enredadera nos recuerda que el verdadero poder está en cuidar, sostener y entrelazar.
En Flora María, Bu’ul inspira joyas que son talismanes de fortaleza interna. Piezas que celebran esa fuerza suave pero inquebrantable que habita en cada mujer: la capacidad de florecer incluso en la penumbra y de entrelazar caminos en comunidad.
Descubre en nuestra colección Hijas de la Milpa cómo el frijol, el maíz y la calabaza se transforman en joyas que celebran la vida en red.