¿Qué es el ÁMBAR para Flora María?

El ámbar es la resina fósil que proviene de árboles, en el caso del ámbar mexicano, proviene de un árbol tropical que es leguminosa, (como el tabachin o el tamarindo) llamado Himenaea Courbaril. Este precioso material se forma a lo largo de millones de años a partir de la resina que se exuda de los árboles y que debido a circunstancias geológicas, se fosilizan con el tiempo.
El proceso de formación del ámbar comienza cuando los árboles liberan resina como una respuesta defensiva a heridas o daños. Esta resina es inicialmente pegajosa y es la trampa donde se adhieren insectos, plantas u otros habitantes del ecosistema en que habitan. Si esa resina cae en agua y es rápidamente sepultada y sometida a grandes presiones geológicas, con el paso de los millones de años, se va fosilizando debido a procesos químicos y geológicos.
El ámbar mexicano forma parte esencial de la esencia de nuestra marca y nos ha acompañado desde el inicio de la joyería “Flora María”, hace más de 34 años, somos la marca pionera en el uso de esta resina para la creación de joyas de autor y contamos con un certificado de denominación de origen.
Es una gema semi-preciosa que se puede obtener en varios colores que evocan al sol y su brillo luminoso: amarillo, naranja, rojo, blanco, café, verde azulado y hasta negro. Debido a la belleza del ámbar y al misticismo que envuelve su origen, desde los primeros seres humanos se ha usado para hacer amuletos y talismanes, como remedio medicinal y como joya valiosa.
¿Por qué se dice que el ámbar te protege?
Desde tiempos ancestrales, el ámbar ha sido más que una simple gema preciosa; es una cápsula del tiempo que resguarda la energía del sol y la sabiduría de la tierra. Se dice que su cálida y dorada luminiscencia encierra no solo momentos congelados de la historia natural, sino también un poderoso elixir espiritual y energético.
Al ser un conductor de electricidad muy sensible, actúa absorbiendo la energía negativa que percibimos en entornos pesados, en esos momentos el ámbar “nos protege” y puede llegar a cuartearse o romperse. De hecho los griegos lo llamaron Electrón y era un elemento mitológico, puesto que frotaban las piezas de resina en un paño y esto atraía diferentes cuerpos ligeros, generando electricidad. Lo veneraban como parte de su mitología, considerando a los insectos y a otras inclusiones como un regalo de los dioses.
Los aztecas lo nombraron “Apozonalli” o espuma de agua y lo usaban como adorno para los guerreros o sumos sacerdotes, al igual que los mayas y todo el México prehispánico, donde el ámbar fue muy valorado como símbolo de poder y prestigio, en algunas tumbas en Oaxaca y Chiapas se encontraron bezotes y orejeras de ámbar, pertenecientes a jerarcas o gobernantes.
En las diferentes culturas que se desarrollaron en Mesoamérica, se utilizó el ámbar en rituales y actividades de carácter curativo y medicinal; También fue primordial en rituales funerarios como acompañante en el mundo del más allá.
Puesto que desde su origen, esta resina fue creada por la naturaleza para sanar y proteger, el ámbar ha sido y hoy es considerado como un amuleto o talismán de poder, prestigio y valor.
Para nosotros en Flora María, el ámbar da luz y vida a las joyas y es una fuente de inspiración para cada creación que realizamos. Nos apasiona también acompañar a las personas a enamorarse de esta resina maravillosa en el Taller-Retiro de ámbar en casa Flora María, donde transmitimos todos nuestros conocimientos a lo largo de 34 años y sobre todo donde te acompañamos a plasmar tus sentimientos a través de una joya con ámbar.
Para nosotros las joyas son un talismán de poder que nos acompaña a cumplir la mejor y más amorosa visión de nosotros mismos.